miércoles, 16 de mayo de 2012

   Por fin, tras dos fines de semanas fallidos por la meteo, el domingo 13 de mayo de 2012 nos dirigimos a Capileira con el objetivo de subir al pico Mulhacén(3.483 m), el más alto de la Península. Pretendíamos ascender a la cumbre por el corredor de la cara norte. No pudo ser. Las altas temperaturas durante toda la semana derritieron mucha nieve y la que quedaba estaba tan blanda que hacía peligrosa la ascensión por el peligro de avalancha de nieve y piedras. Tuvimos que conformarnos con crestear desde el refugio hasta la cumbre. El contrapunto lo tuvimos durmiendo en el refugio-vivac de La Caldera (3.060 m). Lo intentaremos la próxima vez.
   Salimos el sábado a las 9'30 de la mañana  Juan Antonio y yo. Por el camino nos llamó Juan Carlos y al enterarse de nuestra intención se apuntó. Quedamos en vernos en Lanjarón y continuar juntos hasta la Hoya del Portillo donde dejamos los coches y, tras tomar un bocata, iniciamos la ruta. Eran las 16 h.

En la Hoya del Portillo cargados con las mochilas
Los pinos nos escoltaron al principio de la marcha
Primeras panorámicas de Sierra Nevada
La cara sur, castigada por el sol,  tenía menos nieve de la esperada

Minibosque de pequeños pinos con ramas abiertas desde abajo

Ya no quedaba rastro de pinos, estábamos a 2.500 m de altitud
Llegando al refugio de Poqueira (2.500 m)
Nuestra idea era dormir en el refugio y por la mañana temprano partir, aprovechando la dureza de la nieve, hacia la cumbre. Llegamos a las 18´30 h y estaba a tope. Nos ofrecieron dormir en el suelo. Tras un breve descanso decidimos pedir un kit de supervivencia ( un tapper con pasta, quesito, zumo, barrita energética y agua)y aventurarnos a llegar hasta el refugio-vivac de La Caldera antes que anocheciera. Subimos bordeando el rio Mulhacén y, a pesar de la fuerte pendiente y el peso de la mochila, las sensaciones fueron magníficas por la aparición de una manada de cabras cuyos machos peleaban entre ellos delante de nuestras narices, las múltiples minicascadas de agua alimentadas por el rápido deshielo y el impresionante atardecer en la sierra.
Contemplamos cómo luchaban los machos por las hembras
¿Dónde están las cabras?....Mira bien
Naturaleza en estado salvaje
Dejamos las piedras y tomamos la nieve
No hicieron falta los crampones, solo las polainas
Foto tomada con flash junto al refugio de La Caldera
Misma foto sin flash. Eran las 21´40 h
   Como Juan Antonio y yo parábamos de vez en cuando a tirar fotos, Juan Carlos llegó antes al refugio. Un poco después de las 21´30 h estábamos en la laguna próxima al refugio cuando vimos que Juan Carlos, con su luz frontal, salía a buscarnos. Nos comunicó que solo había seis compañeros/as y, por tanto, no tendríamos problemas para pasar la noche. El refugio tiene 16 plazas de literas, aunque en caso de necesidad podría ampliarse durmiendo en el suelo, bancos y mesa. Tras una tranquila y relajada cena, nos fuimos a la cama. Entre los ronquidos de unos y la falta de costumbre de dormir en tarima dura, apenas pegué ojo en toda la noche. Y nos esperaba un dia duro. Con la incertidumbre de cómo estaría el corredor de la cara norte y sus dificultades. Pero estaba tranquilo porque iba con compañeros expertos que me ayudarían en caso de necesidad. Para ello llevábamos las mochilas cargadas con cuerda de 40 m, arneses, friends, chapas, piolets... La temperatura nocturna fue suave, no bajaron de los 2ºC. A las 7 h tocamos diana, desayunamos lo poco que nos quedaba y nos pusimos en marcha.

Lo primero que hicimos fue comprobar el estado de la nieve
Solo 300 m de altitud nos separaban de la cumbre
Al fondo, en el centro, el Veleta (3.396 m)
Observando por dónde bajaríamos a la cara norte
El mal estado de la nieve y las huellas de una avalancha nos hizo desistir
Al no llevar crampones sufrí un pequeño resbalón
Abajo en el centro la imagen de una avalancha del día anterior
A nuestra espalda el pico Alcazaba (3.371 m)
Juan Carlos y yo en el punto geodésico del Mulhacén (3.482 m)
Ahora con Juan Antonio
Juan Antonio sosteniendo el logo de Los Escuderos
Un retrato de grupo alrededor del nicho de la Virgen de las Nieves
El final de muchos sueños cumplidos
Camino de vuelta al refugio
Subida y bajada con las mochilas cargadas para nada
Recogiendo el saco, la esterilla y lo que dejamos en el refugio
Limpiamos, recogimos la basura y cerramos la puerta
Una penúltima mirada al techo de la Península
Tuvimos que atravesar varias palas de nieve
Volvimos por el camino de La Loma
El refugio Poqueira que dejamos el sábado por la tarde
El "Nido de Ametralladoras" de la guerra civil
Cruce del Alto del Chorrillo. Al fondo el Mulhacén 2 (3.362 m)
Pinar cerca de la Hoya del Portillo
En El Asador de Capileira, hermanado con Rus,  repusimos fuerzas. El dueño (José Luis) conoce a medio pueblo y; además, se come muy bien.

   Y así, satisfechos por las dos jornadas de convivencia y esfuerzo, salimos de Capileira en dirección Rus y Úbeda a las 17 h del domingo. No sin antes habernos comprometido a repetir la ruta en dirección contraria e intentar otra  vez subir al Mulhacén por la cara norte.



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